Desde el 15 de julio, la Alcaldía de Cali reactivó el plan de semipeatonalización en el centro histórico, específicamente en las carreras 4 y 5 entre calles 10 y 13. La intervención, que forma parte de la fase 3 del programa “Centro: movilidad peatonal y accesible”, busca reducir la velocidad vehicular a 20 km/h y ampliar los espacios para peatones mediante urbanismo táctico.
La obra entregó 1.600 m² de espacio público y transformó 600 metros lineales de vía, incluyendo andenes más anchos, cruces seguros y bolardos de concreto. Según el secretario de Movilidad, Gustavo Orozco, se trata de un espacio mixto que no cierra el paso vehicular ni afecta el comercio, sino que redistribuye el espacio para mejorar la seguridad peatonal.
Sin embargo, la medida ha generado polémica entre conductores y comerciantes. Algunos aseguran que la reducción de carriles —de tres a dos— ha provocado congestiones y podría afectar la actividad comercial. Otros, como el conductor Luis Carlos Parra, consideran que la intervención es positiva para proteger a los peatones.
La iniciativa se inspira en experiencias previas como la Zona Verde temporal instalada durante la COP16, y cuenta con el respaldo de la Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial. Se proyecta extender el modelo a otras vías del centro, como las carreras 7 y 8. Cali registra más de 100.000 peatones diarios en su centro histórico, lo que convierte la seguridad vial en una prioridad urbana.