En una alocución cargada de emotividad y denuncia, la vicepresidenta Francia Márquez expuso este 25 de julio desde Cali las tensiones que han marcado su paso por el Gobierno Nacional. En el marco del encuentro “Juntas por la Restauración de Nuestra Dignidad”, con motivo del Día Internacional de las Mujeres y las Niñas Afrodescendientes, Márquez afirmó que ha sido víctima de sabotaje, racismo institucional y exclusión política desde la campaña presidencial hasta su gestión en el Ministerio de Igualdad.
“Me trataron como una criminal sin haber tocado un peso”, declaró, señalando que se le asignó la creación de una cartera sin estructura ni recursos, y que fue acusada de ineficiencia sin contar con herramientas reales para ejecutar. Márquez también denunció que se le exigió sumisión y que, al pedir respeto, fue tildada de arrogante.
Desde Cali, ciudad que ha sido epicentro de sus luchas sociales, la vicepresidenta expresó: “Pasé de ser la heroína a la traidora. Tengo ganas de gritar”. Su discurso ha generado reacciones en todo el espectro político, reavivando el debate sobre la inclusión real en el poder y el papel de las mujeres afrodescendientes en la democracia colombiana.
En menos de tres años, el Gobierno Petro ha tenido más de 50 cambios en altos cargos, reflejando una alta rotación y tensiones internas que afectan la gobernabilidad.